“Podemos hacerlo de dos formas, de una manera ilegal y borras las fotos ahora, o vienes a comisaría y te incautamos la cámara”. Con estas palabras dos agentes de la policía nacional coaccionaron al fotógrafo de DIAGONAL Olmo Calvo para que borrase las imágenes que documentan, una vez más, los controles de identidad racistas que se desarrollan en todo el Estado.
En Madrid es habitual que agentes de la policía nacional entren en el interior de las instalaciones del metro y se coloquen en las entradas y salidas, a modo de filtro, requiriendo la documentación a la gran mayoría de usuarios que tengan rasgos físicos que, según su criterio, indiquen una procedencia no europea.
Apostados en los tornos o incluso en los andenes, con uniforme o de paisano, persiguen por las instalaciones a personas procedentes de África, América Latina o Asia. El jueves 2 de diciembre, alrededor de seis policías nacionales controlaban las entradas, salidas y cambios de línea de la estación de Pacífico en la línea 1 de metro. Un hombre subsahariano y dos latinoamericanos se encontraban contra la pared por no tener la documentación en regla. Una mujer, latinoamericana también, se asomó en la esquina donde estaban los policías. Venía de la línea 6 y pretendía cambiar a la 1. Sobresaltada por la presencia policial dio media vuelta y regresó por donde había venido. Uno de los policías se dio cuenta y la siguió corriendo hasta que la alcanzó en los andenes. Allí le pidió la documentación y al comprobar su irregularidad la obligó a acompañarle y a ponerse contra la pared junto a las personas que ya estaban retenidas.
En ese momento el fotógrafo de DIAGONAL Olmo Calvo sacó su cámara para documentar la operación policial que rozaba la ilegalidad. Después de tomar algunas fotografías bajó a los andenes y subió a un tren. Al instante aparecieron en el interior del vagón dos guardias de seguridad de Metro junto a un policía nacional y le obligaron a bajar del tren y a subir a la estación. Una vez allí los policías coaccionaron al fotógrafo: “Podemos hacerlo de dos formas, de una manera ilegal y borras las fotos ahora, o vienes a comisaría y te incautamos la cámara”. No es la primera vez que policías nacionales atentan contra la libertad de prensa de los fotógrafos de DIAGONAL por documentar las redadas y controles selectivos a inmigrantes. En los últimos meses Edu León, otro fotógrafo de Diagonal, ha sido retenido en dos ocasiones, detenido en una y su equipo ha sido incautado dos veces.
La connivencia entre parte del personal de metro, guardias de seguridad de las diferentes empresas que operan en el suburbano y la policía nacional es clave para el desarrollo de estas operaciones ilegales.
Según el departamento de prensa de Metro de Madrid, “Metro tiene la obligación de permitir la libre actuación de la policía nacional en sus instalaciones. Es igual que si fuese la calle”.
En Madrid es habitual que agentes de la policía nacional entren en el interior de las instalaciones del metro y se coloquen en las entradas y salidas, a modo de filtro, requiriendo la documentación a la gran mayoría de usuarios que tengan rasgos físicos que, según su criterio, indiquen una procedencia no europea.
Apostados en los tornos o incluso en los andenes, con uniforme o de paisano, persiguen por las instalaciones a personas procedentes de África, América Latina o Asia. El jueves 2 de diciembre, alrededor de seis policías nacionales controlaban las entradas, salidas y cambios de línea de la estación de Pacífico en la línea 1 de metro. Un hombre subsahariano y dos latinoamericanos se encontraban contra la pared por no tener la documentación en regla. Una mujer, latinoamericana también, se asomó en la esquina donde estaban los policías. Venía de la línea 6 y pretendía cambiar a la 1. Sobresaltada por la presencia policial dio media vuelta y regresó por donde había venido. Uno de los policías se dio cuenta y la siguió corriendo hasta que la alcanzó en los andenes. Allí le pidió la documentación y al comprobar su irregularidad la obligó a acompañarle y a ponerse contra la pared junto a las personas que ya estaban retenidas.
En ese momento el fotógrafo de DIAGONAL Olmo Calvo sacó su cámara para documentar la operación policial que rozaba la ilegalidad. Después de tomar algunas fotografías bajó a los andenes y subió a un tren. Al instante aparecieron en el interior del vagón dos guardias de seguridad de Metro junto a un policía nacional y le obligaron a bajar del tren y a subir a la estación. Una vez allí los policías coaccionaron al fotógrafo: “Podemos hacerlo de dos formas, de una manera ilegal y borras las fotos ahora, o vienes a comisaría y te incautamos la cámara”. No es la primera vez que policías nacionales atentan contra la libertad de prensa de los fotógrafos de DIAGONAL por documentar las redadas y controles selectivos a inmigrantes. En los últimos meses Edu León, otro fotógrafo de Diagonal, ha sido retenido en dos ocasiones, detenido en una y su equipo ha sido incautado dos veces.
La connivencia entre parte del personal de metro, guardias de seguridad de las diferentes empresas que operan en el suburbano y la policía nacional es clave para el desarrollo de estas operaciones ilegales.
Según el departamento de prensa de Metro de Madrid, “Metro tiene la obligación de permitir la libre actuación de la policía nacional en sus instalaciones. Es igual que si fuese la calle”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario