La patronal advierte a los trabajadores de que no abonará su nómina este mes. La concejala culpó el martes a los mendigos de "dificultar" el saneamiento de Madrid.
El consistorio lleva desde noviembre de 2009 sin pagar a las compañías por dichos servicios, según confirmaron ayer fuentes cercanas al sector. Los sindicatos calculan que la deuda acumulada conlas empresas ronda los 300 millones de euros. El ayuntamiento no respondió ayer a las consultas de este periódico.
Los representantes sindicales de los barrenderos recibieron el jueves por la noche una llamada del presidente de la Asociación de Empresas de Limpieza Pública (Aselip), Francisco Jardón, quien les comunicó la decisión de no pagarles la nómina. "Es todo cuánto sabemos. Desconocemos cuándo nos volverán a pagar", denunciaba ayer el secretario del sector Servicios a la Comunidad de UGT-Madrid, Moisés Torres. La patronal Aselip la forman, entre otros, FCC, Ferrovial, ACS y Sacyr-Vallerhermoso, responsables de la limpieza de Madrid.
CCOO y UGT, sindicatos mayoritarios en el sector, enviaron ayer una carta al Ayuntamiento para solicitar una reunión formal con Botella y el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón. También pidieron reunirse el próximo lunes con los representantes de las empresas. Además, los sindicatos barajan la posibilidad de concentrarse el día 5 de octubre como acto de protesta, y no descartan convocar una huelga si con ello consiguen cobrar. Tras pasar ayer una jornada intensa de reuniones, los trabajadores se volverán a reunir dentro de dos días para concretar las medidas de presión que emprenderán.
La suspensión de sueldo fue comunicada justo dos días después de que Botella considerase a los mendigos una "dificultad añadida" para mantener limpio el centro de la ciudad. Los trabajadores ven en esta coincidencia un síntoma de que la medida ya se estaba cocinando. "Parece que se estuvieran preparando la excusa. Fue una barbaridad más de esta señora", denunció ayer el responsable del Saneamiento Urbano de CCOO-Madrid, Félix Carrión. "Es absurdo que eche la culpa a los mendigos, cuando ella sabe perfectamente cuál es el factor determinante de los servicios de limpieza", opinó Torres, de UGT.
El "factor determinante" al que se refiere Torres es el recorte del presupuesto destinado a la limpieza de las calles que impuso el ayuntamiento el pasado junio, cuando ya llevaba más de medio año sin pagar a las empresas que gestionan estas tareas. El consistorio recortó entonces un 15% la mensualidad que paga a las compañías. Y estas se apretaron el cinturón.
El recorte supuso cerrar el grifo de las contrataciones y enviar a la cola del paro a los trabajadores eventuales a medida que expiraban sus contratos, sin posibilidad de renovación, como ocurría hasta entonces. La plantilla actual ocupa a unos 7.000 trabajadores indefinidos.
Otra de las medidas de contención del gasto consistió en disminuir de forma paulatina la plantilla del turno de noche, derivando a los trabajadores a turnos de día, para evitar el pago del complemento de nocturnidad, explican desde UGT y CCOO.
Además, el verano pasado no se contrataron barrenderos para suplir a aquellos empleados de la limpieza que se fueron de vacaciones. Entre junio, julio y agosto, un tercio de la plantilla estaba de vacaciones, por lo que el número de trabajadores se redujo en unos 2.000.
La caída de la hoja
"Además, en octubre empieza la caída de la hoja y este año no se van a contratar refuerzos", denuncia Carrión, de CCOO: "La acumulación de hojas dificultará el día a día de las personas con dificultades de movilidad".
En la práctica, los recortes se traducen en una carga de trabajo extra para los barrenderos, lamentan los sindicatos. "Si un trabajador antes se hacía 50 calles, ahora se tiene que hacer 100", denuncia Torres.
Los salarios de los barrenderos ascienden a unos 1.000 euros mensuales. Esa cantidad es para aquellos que trabajan a jornada completa, siete horas al día. La plantilla también la componen los barrenderos de fin de semana, que además trabajan los días festivos. Su nómina, de entre 400 y 600 euros, depende del número de días que trabajan cada mes.
Los representantes sindicales de los barrenderos temen ser sólo la primera ficha del dominó en caer. El ayuntamiento también adeuda varias mensualidades a las empresas concesionarias de la recogida de basuras, de la limpieza de jardines y del reciclado de vidrio, papel y cartón. Los sindicatos temen que los trabajadores que recogen cada noche la basura sean los próximos castigados con la suspensión de sueldo.
AGENCIAS
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